¿Qué es un implante dental?

Un implante dental es una fijación similar a un tornillo, por lo general de titanio -metal liviano, resistente y biocompatible con el cuerpo humano-, que se usa para sustituir las raíces de dientes ausentes.

Los implantes se fijan en el hueso maxilar o mandibular donde servirán de base sólida para instalar coronas, puentes u otros tipos de prótesis dentales que sustituirán al diente o dientes
que faltan.

¿Para qué sirven los implantes dentales?

Los implantes dentales se utilizan como soporte para colocar una corona, un puente o una prótesis que sustituya a uno o más dientes.
Con esto se pretende mejorar la salud dental, la función masticatoria y el aspecto estético.

¿Cuánto dura el tratamiento?

Gracias al diseño y su especial superficie, nuestros implantes pueden asumir diferentes tipos de tratamientos:

Carga inmediata

En función de la calidad del hueso y de la salud general de cada paciente, el profesional determinará en qué casos puede realizarse la carga inmediata de los implantes. Esta técnica consiste en colocar la prótesis inmediatamente después de la inserción de los implantes, acelerando de este modo el tratamiento de rehabilitación sobre implantes.

Carga diferida

Con el objetivo de conseguir la osteointegración, se suele dejar los implantes libres de carga por un período de tiempo que puede durar de tres a seis meses. La osteointegración es el proceso biológico en el cual los implantes permanecen sumergidos bajo la superficie de las encías, uniéndose gradualmente con el hueso.

Las ventajas de utilizar implantes para sustituir los dientes

Los implantes dentales proporcionan una base sólida y duradera para las prótesis dentales.

Las prótesis fijas sobre implantes, son tan cómodas como los dientes naturales y aportan la misma sensación.

Las prótesis removibles sobre implantes, para sustituir parte o la totalidad de la dentadura, ofrecen también comodidad siempre que estén bien ancladas sobre los implantes.

Los dientes sanos colindantes no tienen que prepararse para poder anclar la prótesis.

Contribuyen a mantener el hueso del maxilar o la mandíbula. Restauran las habilidades normales para comer y hablar.

Contribuyen a mantener la salud dental y la función masticatoria que redundan en una mejor calidad de vida.

Incrementan la retención de las sobredentaduras.